Hace unos años me di cuenta de que tenía muchos prejuicios interculturales, así mi corazón se mantenía cerrado, ha llegado un momento en mi proceso de evolución que mi corazón anhela amar, amar, amar.
Decidí abrir mi corazón a las gentes del mundo, y eso ha facilitado el conectar con gentes de todo el mundo, y acompañar en ese proceso también a personas.